Aroma de naranjas que invasoras,
renuevan la dulzura,
y la ternura,
esa que brotaba de tus ojos,
sin medida,
derramada entre nosotros sin relojes
que pusieran un tope a tu cariño.
Melodía azucarada
que de niños,
no quiero que se borre,
ni la olviden.
Aroma de naranjas que en tu nombre
me embriagan de recuerdos
con sus guiños.